La Puerta de San Miguel, o Michalská brána en eslovaco, es uno de los monumentos más emblemáticos de Bratislava y una de las pocas estructuras medievales que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Situada en el corazón del casco antiguo de la ciudad, esta puerta de entrada data del siglo XIII y es la única de las antiguas murallas medievales que aún se mantiene en pie.

Originalmente, la Puerta de San Miguel formaba parte de las fortificaciones que protegían la ciudad de posibles invasiones. A lo largo de los años, ha sido testigo de numerosas transformaciones, incluyendo su papel como una de las principales entradas a Bratislava en tiempos medievales y renacentistas. En el siglo 18, la puerta fue renovada y transformada en una torre barroca con una elegante cúpula verde, que es ahora uno de sus rasgos más distintivos.

En la cima de la torre, los visitantes pueden disfrutar de una vista panorámica impresionante de la ciudad y del río Danubio. Además, en su interior, alberga un pequeño museo que ofrece una visión fascinante sobre la historia de las fortificaciones de Bratislava y la vida medieval en la ciudad.

Con su historia rica y su arquitectura impresionante, la Puerta de San Miguel es un lugar imperdible para cualquiera que quiera sumergirse en el pasado de Bratislava y apreciar su evolución a través de los siglos.