La historia de la Iglesia de la Asunción de María es tan antigua como fascinante, remontándose al periodo medieval, cuando fue erigida por primera vez en el siglo IX. Sin embargo, la estructura que hoy admiramos es el resultado de diversas reconstrucciones, siendo la más significativa la llevada a cabo en el siglo XV, cuando se le añadió la emblemática torre del campanario que se eleva orgullosa hacia el cielo esloveno.

Al adentrarse en este templo, el visitante es recibido por frescos que narran pasajes bíblicos, obras maestras del arte religioso que han desafiado el paso del tiempo. Entre ellos, destaca la representación de la Asunción de María, a quien está dedicada la iglesia. Esta pieza no solo es un deleite para los ojos sino también un testimonio de la profunda devoción y el talento artístico que han permeado Bled a lo largo de los siglos.

Uno de los elementos más emblemáticos y queridos de la Iglesia de la Asunción de María es su campana de los deseos. Según cuenta la leyenda, esta campana fue donada por el papa en el siglo XVI, después de que la campana original, enviada por una viuda en memoria de su esposo, se hundiera en el lago debido a una tormenta. Se dice que aquellos que tocan esta campana y hacen un deseo con fe, verán sus peticiones convertidas en realidad, un relato que añade un velo de misterio y magia a la ya de por sí encantadora iglesia.

Su ubicación, en una isla en medio del lago Bled, accesible solo por barco, añade un elemento de aventura y exclusividad a la visita. La tradicional travesía en «pletna», una embarcación de madera típica de la región, hasta llegar a la isla, ofrece además una experiencia única que permite contemplar la belleza del paisaje alpino en todo su esplendor.