Esta icónica plaza, que ocupa el lugar donde antiguamente se celebraban las carreras de aguas durante el Festival de Domiciano, ha evolucionado a lo largo de los siglos. ¡Y vaya que ha visto de todo! Construida en el siglo I d.C., la Plaza Navona ha sido testigo de transformaciones políticas, sociales y artísticas que han dejado su huella en cada rincón.

La Fontana dei Quattro Fiumi

Es una representación monumental de los cuatro grandes ríos conocidos en ese momento, cada uno simbolizado por una figura masculina esculpida en mármol. Los ríos representados son el Nilo (África), el Ganges (Asia), el Danubio (Europa) y el Río de la Plata (América). Cada figura se encuentra en una pose única y está rodeada por elementos simbólicos relacionados con la región que representa.

La elección de los ríos como tema central no solo resalta la expansión geográfica del poder de la Iglesia Católica, sino que también exhibe la maestría de Bernini al capturar la dinámica y la fuerza de la naturaleza en las esculturas. El diseño de la fuente es una obra maestra de la escultura barroca, donde cada detalle, desde las expresiones faciales hasta los gestos corporales, cuenta una historia.

Además de la Fontana dei Quattro Fiumi, la Plaza Navona alberga otras dos fuentes notables: la Fontana del Moro, diseñada por Giacomo della Porta en 1575, y la Fontana del Nettuno, creada por Giuseppe Valadier en 1822. Estas fuentes contribuyen a la riqueza visual y cultural de la plaza, cada una con su propio estilo distintivo.

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